El día se
ha levantado igual de revoltoso que estaba el ambiente por el Debate sobre la
LOMCE. Realmente me da pena que fuéramos tan pocos alumnos, aunque en la sala
de juntas no sobraba ni un asiento, aun así, muchos de los que estudian para en
un futuro ser maestros no estaban. Era una oportunidad para resolver dudas
sobre esta ley ya que, para defender la implantación de la LOMCE, acude al
debate JULIO A. MONTES MARQUÉS, Inspector Jefe de la Dirección Provincial del
M.E.C.D.
El
ambiente se nota tenso, pues acudir a un evento en defensa de “algo” que todo
el mundo rechaza es como si estuvieras vestido con la equipación del Barcelona
en un bar Madridista.
Don Julio
Montes no refleja ningún entusiasmo ni credibilidad a lo largo de su exposición
y explicación del porque debe ser aprobada e impuesta la LOMCE.
La
verdad, sin ánimo de ofender, este hombre parece que no tiene fe alguna en ella
no transmite esa necesidad por aprobar una nueva ley que nos hará subsanar esas
dos grandes deficiencias en el ámbito educativo actual: el abandono escolar
temprano y excesivo y el fracaso escolar, según nos explica. Alguien que
defiende un ley, ante un público bastante duro pues de los que estábamos allí nadie
tenía en pensamiento darle una oportunidad a esta ley, no lo hace con ese desánimo
y como si le faltara la vida, a mi parecer hasta a él mismo no le convencía el
tema, pero termina su exposición si ganarse ni media sonrisa.
Le da
paso a Fernando Trujillo defensor 100% de la no implantación de la LOMCE. Solo
hay que ver las grandes diferencias entre la exposición del SI y la exposición del
NO, entusiasmo, creencia sobre lo que defiende, transmitir que (aunque no era
el caso) si alguien no creyese sus palabras o estuviera en contra al terminar
su defensa pensaras totalmente que no se debe aceptar esta ley. A medida que
avanza su exposición, el rostro de Don Julio va cambiando de tener un cara
inexpresiva de “estoy aquí porque es mi trabajo” a “¿y ahora qué hago yo para
convencer a toda esta gente después de todos estos argumentos?”. Los aplausos
marcan el final de la defensa.
Dan paso
al debate, nosotros somos los afectados, la gente habla, pregunta y recrimina. Muchas
son las preguntas que este hombre intenta resolver, pero parece como si viniera
con “la cartilla leída”. Al final del todo, dice algo así como “Vengo a
defender la LOMCE, porque por mi trabajo como Inspector Jefe de la Dirección
Provincial del M.E.C.D. es mi misión pero esto es independiente de si creo en
ella o no pues también soy docente”. Esa era la clave. Pues por su comportamiento
y esas palabras hasta él no cree en esta maldita ley.
Crucemos los dedos para que nunca entre en
rigor esta ley, pues si no, queridos futuros docentes, lo tenemos muy crudo.
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