miércoles, 22 de mayo de 2013

Cita de mi libro.


Fernando nos propuso una actividad que consistía en elegir un libro, leerlo, elegir una cita y explicar por qué hemos elegido la misma. Pues bien, mi libro se titula “ Los profesores “perfectos” existen”, lo elegí porque me hizo gracia el titulo eso de “perfectos” ya que la perfección es algo subjetivo,  cada persona tendrá una opinión o valoración personal de la perfección.


¡Ojala hubiera más cantidad de profesores “perfectos”! pero por desgracia hay muchos que están anclados en sus “modos de enseñanza y evaluación de toda la vida” y no reciclan su metodología.


Este libro critica todo lo que no está vinculado a ser un docente perfecto, te da una “receta secreta” para mejorar a los docentes y cambiar puntos de vista de los futuros maestros.


En cada apartado del libro, te realiza una serie de cuestiones a las que llama “Un minuto para la reflexión”. El apartado que más me ha gustado es el que habla sobre las necesidades educativas especiales.


En mi poca trayectoria profesional, los niños con necesidades especiales, es un tema que me llama mucho la atención porque todos los docentes o bien “no valen” para tratar a estos niños o bien “no quieren” incluirlos en su clase.


Así que mi cita situada en la página 83 está dentro de esos recuadros de reflexión:


Piense en una persona- alumno o alumna – con necesidades educativas especiales con la que haya trabajado. ¿Cuánta información previa tenía sobre ella y sus necesidades antes de conocerla personalmente?


Yo, aún no seré maestra, pero si soy técnico y puedo contestar esa pregunta desde mi experiencia laboral con diferentes maestros.


El primer caso, un niño aun no diagnosticado pero aparentemente no tenía ningún retraso (era y es bastante inteligente) pero no se relaciona ni se expresa. La tutora de este niño lo trataba como si fuera “un perrito” utilizando expresiones iguales para dirigirte a este mismo, repetidas por los demás niños. Vale, su problema no está diagnosticado pero sabes que hay un problema, no tienes la información suficiente pero te puede servir de la observación y de tus conocimientos previos para ayudar, guiarlo en tu tarea docente. Yo hice todo lo posible para que ese niño fuera como los demás y llegue a conseguirlo al 70% y ¿qué pasó al curso siguiente? ¿Tendría la docente la suficiente información para “tratar” su caso?


El segundo caso una niña diabética, otra maestra diferente, se informó de todo lo referido a los diabéticos: en que niveles de azúcar en sangre debe de estar, que hacer si le da una bajada o subida de azúcar, que síntomas presenta, como hacerle las pruebas de azúcar un largo etc. Tuvo una reunión con toda la plantilla de Educación Infantil pues, había que informar a todos que hacer si ven ciertos síntomas en la niña, si viene y les pide ir al baño o beber agua etc.
Esta niña aún no estaba en el colegio y  tuvimos que adaptarla poco a poco a los ritmos de clase, a día de hoy, es una alumna más.


Cada docente es un mundo, y por ello no todos actúan igual ante casos de necesidades especiales, no todos están preparados para tratar o incluirlos en sus clases. Es algo que sí, está incluido en el Curriculum, pero a la hora de la verdad no se hace realidad.


El profesor perfecto debe estar bien preparado en este tema porque, en mi opinión, es algo muy importante. Es importante tener una información previa del niño pero tanto como si tiene necesidades especiales educativas como si no.

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